jueves, 17 de mayo de 2012

Día 5 | Correrlas no es tan simple

Casi sin darse cuenta, algo las empezó a atormentar. Una especie de corriente de seguridad comenzó a echarlas. Se resisten. Se empeñan en quedarse en sus tronos. Les asusta perder ese reinado que tanto tiempo tardaron en construir. Y más se asustan al darse cuenta de que la plebe parece disfrutar de esa libertad.
Especulan con la inseguridad de sus súbditos. Los tientan para que vuelvan a caer en sus garras y, por momentos, parecen ganar. Sin embargo,  las corridas vuelven. Las fuerzas retornan y aquellos que creían haber perdido todo recuerdan lo fuertes que son y lo mucho que valen. Y todo vuelve a empezar.
Las princesas vuelven a temer y van quedando rezagadas en la puja por el poder.
Saben que van a perder e intentan arraigarse, apelando a recuerdos y creencias de antaño. No saben que la perseverancia y la voluntad pueden tardar en llegar pero tienen fuerzas de sobra. Y muchos las ayudan.
Algunos quedarán en el olvido. Será porque no era necesario que estuvieran. Lo importante es seguir y no claudicar cuando algo atemorice.
Al fin y al cabo, sólo se trata de seguir, de levantar la cabeza y seguir.

Ya no más Anas, ya no más Mias.